David Fincher

Hoy el personaje es un director de cine estaodunidense que, a punto de cumplir cincuenta años, ganó anoche el Globo de oro, otorgado por la prensa extranjera en Hollywood, al mejor director y también el de mejor película. Se trata de David Andrew Leo Fincher.

Nacido en Colorado en 1962, Fincher estudió en sólo hasta preparatoria en Oregon pero se instaló más tarde en California, como director de videoclips y anuncios para distintas marcas, al estilo de Alejandro González Iñárritu y al igual que el Negro Iñárritu, ha hecho de su filmografía un cine de culto.

Con un gusto temprano por el cine, Fincher, hijo de un oficinista y colaborador de la revista Life, comenzó a trabajar a los 18 años en una casa productora como asistente encargado de cargar cámaras, luces, etcétera, camino que eligió para acercarse a la industria del cine, en vez de ingresar a alguna academia. En esa primera empresa, Industrial Light and Music, colaboró con George Lucas en la producción de efectors especiales para El retorno del Jedi e Indiana Jones y el templo de la perdición.

Gracias a la oportunidad que tuvo de debutar como productor de videclips durante la década de los ochenta y los primeros años noventa, formó parte de la generación que dio vida a MTV, ese espacio que convirtió al video en pieza central de la industria de la televisión y Fincher se dedicó a trabajar para personajes como Madonna, Ray Cooder, Sting, George Michael y los Rollings Stone en la producción de videoclips de altos presupuestos y elaboradas pretenciones artísticas.

Ese trabajo le valió para que en 1992 lograra debutar en el cine de Hollywood con la tercera parte de Alien, con Sygorune Weaver, donde asomaron algunos de los rasgos de su cine que alcanzarían su desarrollo en Seven, una oscura cinta sobre un asesino serial que imita los pecados capitales, en lo que fue su primera colaboración con Brad Pitt y Morgan Freeman.

Sin embargo, fue en El club de la pelea, una historia de escritor de culto Chuck Palakniuk en donde la mancuerna formada por Brad Pitt y Edward Norton trabajron a fondo para crear un clásico memorable, bajo la dirección de Fincher, cuando se convierte en un director aclamado.

Con Brad Pitt, a quien lo une una fuerte amistad, Fincher volvió a trabajar en 2008 en El curioso caso de Benjamin Button, que le valió una nominación al Oscar. Otras de sus cintas, La habitación del pánico, Zodiaco y El juego muestran su gusto por el suspenso y las tramas oscuras que Fincher desarrolló desde niño, cuando jugaba a ser director grabando escenas con una cámara súper ocho..

Si lo anterior sobre Fincher no fuera motivo suficiente para acercarse a sus películas, sin duda lo será su próximo trabajo: la versión estadounidense de Millenium, la exitosa serie del autor sueco Stieg Larsson en donde se retrata la violencia hacia las mujeres en un país del primer mundo, y cuyo personaje, Lizbet Salander, una joven hacker andrógina, es realmente atractivo..

El estreno de la primera película de la saga, La chica del tatuaje del dragón -como nombraron en la traducción estadounidense a Los hombres que no amaban a las mujeres, su título original- está previsto para noviembre de este 2011 y está en pleno rodaje en los escenarios naturales de Suecia, pintados por Larsson con maestría.

Así que tendremos todo el año para esperarla, con una pausa en un mes, cuando en la ceremonia de los Oscar, vuelva la atención a centrarse en este director porque seguramnte La red social será candidata a la estatuilla, y esperemos que esta vez no le ocurra como en 2008 cuando recibió varias nominaciones y se quedó en el camino.

Ya veremos entonces, hasta la próxima.

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