Luis Colosio Fernández

A medio camino en la carretera Hermosillo-Nogales, al extremo norte de Sonora, se encuentra Magdalena de Kino, una pequeña población de 50 mil habitantes, que siempre ha estado ligado a nombres célebres. Con su clima semiseco, fue tierra de indígenas apaches, pápagos y pimas hasta que un alférez fundó la ciudad que después llevaría el apellido de Eusebio Francisco Kino, el famoso Padre Kino, un sacerdote italiano jesuita que después fundar unas 20 misiones por el noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos, murió en esa ciudad y cuya cripta es ahora centro de peregrinación.

Magdalena de Kino también es conocida por otro apellido célebre: los Colosio, Luis Donaldo y Luis Colosio Fernández. Uno fallecido trágicamente hace 16 años y otro que murió apenas el viernes, a sus 87 años de edad.

Un hombre nunca debería tener que enterrar a un hijo como le pasó a Luis Colosio. Es casi una ley natural que en su caso se rompió.

¿Quién fue Luis Colosio Fernández, más allá del padre del candidato presidencial asesinado? Se trata de un hombre nacido en 1923, descendiente de italianos, que se abrió paso en su pequeño pueblo, del que fue alcalde ,para convertirse en un funcionario importante en los gobiernos panitas y priista.

Priista de toda la vida, don Luis Colosio fue un empresario y comerciante que hizo carrera política en su pueblo. Dedicado a la compra-venta de ganado, un día se lanzó para síndico y luego para regidor, secretario del ayuntamiento y, finalmente, presidente municipal entre 1982-1985. Seis años más tarde, Manlio Fabio Beltrones, entonces gobernador de Sonora, lo invitó como secretario de Fomento Ganadero del estado. De 1991 a 1997 ocupó ese cargo, hasta que en el 2000 se coló a las listas del PRI y se convirtió en senador, donde perteneció a la Comisión de Marina. Sin embargo, un riñón lo traicionó y lo obligó a atenderse y tuvo largas ausencias durante su periodo, hasta que al final, ese problema renal, combinado con una neumonía, lo mató en el hospital San José, de Hermosillo, en donde acudía a atenderse.

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Durante sus últimos 16 años de  vida, Luis Colosio encabezó todos los homenajes a su hijo y se negó a creer la versión oficial sobre la muerte de Luis Donaldo Colosio. En busca de justicia, se reunió con todos los procuradores que se lo pidieron. 

Nunca supe la verdad, decía Luis Colosio Fernández. A pesar de los cuatro fiscales especiales que llevaron el caso, a pesar de las miles de diligencias a las que acudió, a pesar de la confianza, traicionada, que llegó a tener en Pablo Chapa Bezanilla.

Finalmente, este domingo, después de recibir un homenaje de cuerpo presente frente al Palacio Municipal de Magdalena de Kino, entre los acordes de una banda militar y ante una multitud que abarrotó el lugar, el cuerpo de Luis Colosio Fernández fue sepultado en la misma cripta del panteón municipal donde reposan los restos de su hijo, Donaldo, y de su nuera, Diana Laura Riojas.

Descanse en paz.

Foto: El Universal.